El café nunca me supo amargo, fui yo quien lo hacía de esta manera..


El café nunca me supo amargo, fui yo quien lo hacía de esta manera.
Recuerdo aún cuando te fuiste, ¡vaya que fue difícil! Me la pasaba llorando y pensando en todo lo que habíamos vivido, que no era posible un final tan absurdo para un relación tan bella o por lo menos así la veía, me costaba tanto trabajo verte realmente, me refiero a dejar de ponerte en un pedestal, a dejar de pensar que eras la persona perfecta, lo que me complementaba, el motivo por el cual quería ser mejor. Deseaba todos los días tener un mensaje, una llamada tuya, en la que me dijeras que me extrañabas, que me amabas y que las cosas podían ser igual que antes. Todo esto generaba en mi un vacío porque no pasaba, porque nada de lo que imaginaba era real, no me buscabas, no había llamadas por más que revisara el celular, ya no había nada de ti. Decidí entonces que era momento de dejarte ir, pensé que al final la vida siempre se cobra los momentos más felices con tragos grandes de tristeza. El asumir el hecho de mi tristeza no fue fácil, odiaba sentirme así, desmotivada sin ganas, odiaba todo lo que amaba y solamente quería estar acostada, recuerdo que en mi necedad por sanarme leí muchos libros referente al amor y me percate que no existen recetas mágicas, me di cuenta que nunca te vi en un esquema real que también tenías defectos y que hubo muchas ocasiones en la que me sentí miserable a tu lado pero lo dejaba pasar con tal de estar ahí, contigo me di cuenta que tenias un temperamento explosivo y que buscabas siempre hacer las cosas a tu manera, que siempre fui yo quien daba y tu eras feliz recibiendo, me percate que nunca viste a quien tenias a tu lado. Me di cuenta que el principal problema era la poca estima que me tenia, no sabía amarme y aceptaba cualquier miseria con tal de no verme. Al principio fue difícil porque buscaba un remplazo, con tal de no hacerme frente. Pero paso el tiempo me di cuenta que mis problemas solo los podía resolver yo y que si uno no se pone límites la gente siempre seguirá abusando.
El café nunca me supo amargo, fui yo quien lo hacía de esta manera.


 

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