Siempre por donde quiera que vayas, difunde el amor

 


Siempre por donde quiera que vayas, difunde el amor: inicia en tu propia casa, con tu familia. Brinda amor a tus hijos, a tu mujer o tu marido, al vecino de al lado, no permitas que nadie llegue jamás a ti sin que al irse se sienta mejor y más feliz.

Da amor a la tierra, a los árboles, a las flores, a las aves, al cielo, al mar y a cada ser que te rodea. Sé la expresión viviente de la bondad de Dios; bondad en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu sonrisa, bondad en tu cálido saludo.

En una puesta de sol, un amigo de ellos iba caminando por una desierta playa mexicana. Mientras andaba empezó a ver que, en la distancia, otro hombre se acercaba.

A medida que avanzaba, advirtió que era un nativo y que iba inclinándose para recoger algo que luego arrojaba al agua. Una y otra vez arrojaba con fuerza esas cosas al océano.

Al aproximarse más, su amigo observó que el hombre estaba recogiendo estrellas de mar que la marea había dejado en la playa y que, una por una, volvía a arrojar al agua. Intrigado, el paseante se aproximó al hombre para saludarlo:

  • Buenas tardes, amigo. Venía preguntándome qué es lo que hace.
  • Estoy devolviendo estrellas de mar al océano. Ahora la marea está baja y ha dejado sobre la playa todas estas estrellas de mar. Si yo no las devuelvo al mar se morirán por falta de oxígeno.
  • Ya entiendo -replicó su amigo-, pero sobre esta playa debe de haber miles de estrellas de mar. Son demasiadas, simplemente.
  • Y lo más probable es que esto esté sucediendo en centenares de playas a lo largo de esta costa. ¿No se da cuenta de que es imposible que lo que usted puede hacer sea de verdad importante?

El nativo sonrió, se inclinó a recoger otra estrella de mar y, mientras volvía a arrojarla al mar, contestó:

  • ¡Para ésta sí que es importante!

Estar en la fe significa esfuerzo, no es sentarse a esperar y solamente creer que las cosas sucederán solas.

También debemos tener fe de que las cosas pueden cambiar para bien, que no nos desanime alguien más con su actitud negativa, si creemos podremos lograrlo.

Trabaja en esa satisfacción propia de hacer las cosas bien. Debemos esforzarnos, tenemos la ayuda de Dios, porque no es una coacción sino un trabajar juntos.

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