Cuantas noches de esas lágrimas, más tendrán que pasar.
Cuantos miedos escondes en ansias, cuanto es lo que puedo encontrar.
Cuantas razones fundadas o infundadas, de heridas curadas con sal.
Tú y ese miedo inhumano, dueño de tú pasado,
Indolente,
Inclemente,
Poderoso solo en tus manos,
espectro lúgubre de lo causado.
Tú y ese miedo enemigo, de mi don de hacerme espacio,
que de ti hace mil estragos y de mi hace un perro sumiso…
Cosas de las que no fui testigo, pero siempre fuerte enemigo.
Miedos que se hacen dueños, de tus sueños y tus anhelos.
Dolor que en ti se hace dueño, y yo no soy tan certero,
pero estoy postrado ante ellos, esperando paciente el momento.
Tú y esos tontos miedos, causado por rotas promesas.
Terrenos que puedo explorar, pero que aun no me atrevo a pisar.
¡Depredador me hago de ellos, y deberé erradicar!
Tú y ese miedo perverso al que no le tendré piedad.
Por ti espere mucho tiempo, demasiado en realidad.
Por tus lagrimas en el suelo, y las mías en mi andar.
De tus miedos me hare carcelero, para encerrados dejar.
Tú y ese miedo a las sombras, causales de infelicidad.
Tú y ese miedo infame, que otros hicieron tu hogar.
Te voy a dar mil razones, para ese miedo olvidar.
Miedos son los que tengo, pero me atrevo a enfrentar.
No es malo tener esos miedos, malo es dejarlos ganar.
Tú y ese miedo que tengo, de no poder penetrar.
Tú y ese miedo al tiempo, que a mí no me sobra más.
Tú y ese miedo que tienes, de amar, vivir y soñar…
Tú y ese miedo que veo, en tu alma hacer mella ya.
El miedo es tan poderoso como un dragón oriental
y pierde poder majestuoso si lo enfrentas y ya.
Valor no es la ausencia de miedos, es enfrentarlos temiendo
Tú a ese miedo obsoleto, mas sola no enfrentaras.