No siempre podemos darlos el lujo de quedarnos en el piso tirados, hay veces que por más que duela tenemos que levantarnos y seguir andando, y no es por fingir que tenemos más fuerza de la que verdad tenemos, no es que no nos gustaría sentarnos a llorar nuestras perdidas, ni que nos creamos superiores a los demás, a veces es cuestión de supervivencia, a veces te das cuenta que si te quedas tirada por un solo instante te arrollaran los eventos de la vida que te siguen a cada paso, en verdad sé que debo tomarme el tiempo para llorar por lo que me ha pasado, se que no puedo evitar el curar mis heridas y llorar un buen rato, es solo que en este preciso momento no puedo permitirme ese lujo tan elemental para todo ser humano.
Tengo que seguir así por lo menos durante un tiempo más, tengo que acomodar las cosas de tal manera que pueda tomarme un descanso, un respiro para sentarme a lamer mis heridas, entonces me vendrá bien la compañía de aquellos de los cuales ahora estoy guardando mi distancia, porque estoy soportando esto apenas lo suficientemente bien como para no derrumbarme en cualquier momento, estoy tratando de que mi dolor pase desapercibido por la mayoría, aunque me he dado cuenta de que hay personas que me conocen tan bien que no he podido engañarles y que sin saberlo me torturan cada vez que me preguntan si estoy bien, si de verdad no necesito ayuda, porque dentro de mi hay una voz que susurra a todos ellos por ayuda, dentro de mi existe un deseo enorme de buscar consuelo en aquellos que se interesan por mí, y a pesar de eso no puedo decirles lo que me está pasando.
No puedo porque estoy segura que con mis fuerzas al limite como me encuentro en este momento no seré capaz de contenerme, y que una vez sienta el calor de unos brazos que me estrechen ya no podre seguirme aguantando y entonces se desbordaran de mi todas las cosas que llevo cargando, y una vez que comience a llorar no podre detenerme hasta que haya llorado todo lo necesario, por eso debo de aguantar solo un poco más, solo un poco más en lo que dejo lo demás ordenado para poder sentarme a llorar un rato, porque es fácil hasta cierto punto contener el llanto hasta que alguien te estrecha en sus brazos.